Mi nombre es Ángel, tengo casi 10 meses de edad y soy el blogger que gestiona este sitio..

A continuación voy a presentaros mi mundo, mis progresos, mis aventuras, mis pequeñas gamberradas y todo aquello que rodea mi día a día.

Ya voy a la guardería, y gracias a las didácticas de estimulación temprana a la que me somenten mis papis y maestras ya soy capaz de llevar todo esto yo solito.

Espero que os guste, que disfrutéis mucho con mis aventuras y que día a día entre todos aprendamos muchas cosas y lo pasemos muy bien.

Besitos a todos y Bienvenidos

lunes, 21 de octubre de 2013

¿POR QUÉ?

Dicen que los 3 años es la edad del porqué. Y a mi corta edad, no entiendo por qué lo dicen, así que les pregunto constantemente a mis padres por qué...
A cada respuesta que obtengo, mi réplica vuelve a ser la misma: ¿y por qué? A veces me dicen que soy muy preguntón, ¡¡ni que fuera un niño aprendiendo a comprender el mundo!! ¡¡Menudo reto!! Creo que mis padres, a su avanzada edad, aún no lo han conseguido (comprender el mundo, digo), porque a veces me contestan: "¿y tú por qué crees que es así?" o "Dime tú por qué...". Yo creo que es la clara respuesta de qué no conocen la respuesta... Aunque es cierto que con esa pequeña estrategia muchas veces logran que deje de preguntar y comience una conversación un poco más coherente.

Otras veces mi papá, que tiene mucha mucha labia, me contesta con un speech larguísimo para explicarme, por ejemplo, por qué las pilas sirven para hacer funcionar una linterna. Me quedo tan pasmado ante su respuesta, que no encuentro palabras para contestarle. Si él me dice, "porque las pilas conducen la energía", yo respondo: ¿y por qué las pilas conducen la energía?". Y así podemos tirarnos la mañana entera en un círculo vicioso sin salida. Pero cuando papi me da una lección magistral acerca de los elementos conductores y no sé qué más líos, me quedo boquiabierto. Aunque a veces es a él a quien dejo yo anonadado y, dado que no puedo responderle "¿y por qué (aquí iría toda la explicación de papá)?", le digo simplemente "¿y por qué?" y... ¡¡¡VUELTA A EMPEZAR!!!
Me lo paso estupendamente con este juego. Al principio parecía carecer de sentido. Yo simplemente preguntaba y repetía por jugar con las palabras, pero poco a poco le he ido encontrando un sentido y mis preguntas y constantes repeticiones ya tienen forma y fondo. Es un juego en que que no vale el silencio como respuesta. Siempre hay que contestar. ¡¡¡Lo más divertido de todo es ver la cara de mis papás cuando jugamos!!!
Hemos estado jugando todo el verano, hasta que comencé en mi cole nuevo, EL COLE DE LOS MAYORES. Y es verdad eso que dicen que en el cole hay respuesta para todo. Desde entonces, he dejado de preguntar constantemente: ¿y por qué? Pero mi historia del cole nuevo os la cuento en otra entrada, ¿vale?

No hay comentarios:

Publicar un comentario