Mi nombre es Ángel, tengo casi 10 meses de edad y soy el blogger que gestiona este sitio..

A continuación voy a presentaros mi mundo, mis progresos, mis aventuras, mis pequeñas gamberradas y todo aquello que rodea mi día a día.

Ya voy a la guardería, y gracias a las didácticas de estimulación temprana a la que me somenten mis papis y maestras ya soy capaz de llevar todo esto yo solito.

Espero que os guste, que disfrutéis mucho con mis aventuras y que día a día entre todos aprendamos muchas cosas y lo pasemos muy bien.

Besitos a todos y Bienvenidos

martes, 7 de agosto de 2012

Bye bye, pañal!

Siempre os cuento cositas acerca de cómo mi lenguaje evoluciona, supongo que la influencia de mi mami, logopeda y filóloga, debe de notarse...
Hoy voy a hablaros de otro tema, no por más escatológico menos interesante...
Que por mayo era por mayo
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
que mis papis idearon,
quitarme de pronto el pañal,
y aunque lo uso de noche,
por el día ya ¡ni hablar!
Y así, de forma tan poética...ejem...comienza el camino hacia una nueva habilidad en mi desarrollo personal: el control de esfínteres.
Aunque el "poema" habla de mayo, más bien fue éste el mes en que mis padres comenzaron a considerar la idea de quitarme el pañal de forma definitiva, entre otros motivos, por un pequeño eccema que no terminaba de curarse. Sería el lunes 1 de julio, si no recuerdo mal, cuando definitivamente lo harían. Ya terminaba el curso escolar y era más sencillo para las profes y para nosotros.
El camino inicial fue fácil, pues mis pañales ya llevaban tiempo aburriéndose en mi culete, ¡siempre tan secos...! Más difícil fue para mis papis, que tenían que aprender a ayudarme a hacer pis de pie junto a algún árbol, por no hablar de lo otro... (por fortuna, soy muy regular y previsible en este sentido). Pronto aprendí que la piscina es un lugar prohibido y lo divertido (y difícil) que es mojar las piedrecitas del campo...
Hace un par de días que hemos vuelto de Vera, Almería, a donde no pude llevarme mi orinal; como "la necesidad es la madre de la invención", tuve que ingeniármelas para aprender a sujetarme con firmeza sobre el retrete y mantenerme con equilibrios sobre él durante el tiempo necesario... Esto me ha ayudado, eso sí, a abandonar a mi querido orinal verde y sustituirlo por el flamante retrete que utilizan los mayores. ¡¡Mis profes van a alucinar cuando se lo cuente!!

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