Mi nombre es Ángel, tengo casi 10 meses de edad y soy el blogger que gestiona este sitio..

A continuación voy a presentaros mi mundo, mis progresos, mis aventuras, mis pequeñas gamberradas y todo aquello que rodea mi día a día.

Ya voy a la guardería, y gracias a las didácticas de estimulación temprana a la que me somenten mis papis y maestras ya soy capaz de llevar todo esto yo solito.

Espero que os guste, que disfrutéis mucho con mis aventuras y que día a día entre todos aprendamos muchas cosas y lo pasemos muy bien.

Besitos a todos y Bienvenidos

jueves, 30 de agosto de 2012

Cocinando con mamá

Hoy mamá me ha preguntado qué quería ser de mayor. Obviamente, la pregunta me quedaba grande, por no hablar de las posibles respuestas. Uno a uno, me ha ido numerando muy diferentes oficios. A todos ellos he respondido NO, salvo al de pintar. Claro que pintar puede referirse a pintor de brocha fina, de brocha gorda, interiorista, arquitecto, diseñador, blablabla.
De momento, mami ha preferido "instruirme" en el funcional mundo de la brocha de la cocina. Cuando mamá se coloca el delantal para cocinar  rápidamente yo voy a coger mi taburete para alcanzar la mesa, pido mi estiloso gorro de cocinero y digo: "mamá, a ayudar".
Mi primera receta ha sido un sabroso bizcocho de yogur, que más adelante repetiría con trocitos de manzanas de nuestro propio manzano. Ninguno de los dos los comería después, no me van mucho los dulces, pero ¡me lo pasé pipa! Entre cucharada y cucharada de yogur que debía meter en el cazo, una o dos caían dentro de mi estómago. Mmmmm... ¡Té tito etá el bubú! O sea, ¡qué rico está el yogur!
Días después, dado mi rápido aprendizaje, nos introdujimos en un mundo más complicado: ¡¡las patatas a la importancia!! Las patatas se ponen blanquitas, luego se bañan en el huevo de las gallinas (¡que quede claro!) y al final mamá las fríe en el aceite. ¡Cuidado, que quema!
Este es solo el comienzo de mi recetario, pronto acabaré mis clases de pinche y me convertiré en un auténtico chef.



martes, 7 de agosto de 2012

Bye bye, pañal!

Siempre os cuento cositas acerca de cómo mi lenguaje evoluciona, supongo que la influencia de mi mami, logopeda y filóloga, debe de notarse...
Hoy voy a hablaros de otro tema, no por más escatológico menos interesante...
Que por mayo era por mayo
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
que mis papis idearon,
quitarme de pronto el pañal,
y aunque lo uso de noche,
por el día ya ¡ni hablar!
Y así, de forma tan poética...ejem...comienza el camino hacia una nueva habilidad en mi desarrollo personal: el control de esfínteres.
Aunque el "poema" habla de mayo, más bien fue éste el mes en que mis padres comenzaron a considerar la idea de quitarme el pañal de forma definitiva, entre otros motivos, por un pequeño eccema que no terminaba de curarse. Sería el lunes 1 de julio, si no recuerdo mal, cuando definitivamente lo harían. Ya terminaba el curso escolar y era más sencillo para las profes y para nosotros.
El camino inicial fue fácil, pues mis pañales ya llevaban tiempo aburriéndose en mi culete, ¡siempre tan secos...! Más difícil fue para mis papis, que tenían que aprender a ayudarme a hacer pis de pie junto a algún árbol, por no hablar de lo otro... (por fortuna, soy muy regular y previsible en este sentido). Pronto aprendí que la piscina es un lugar prohibido y lo divertido (y difícil) que es mojar las piedrecitas del campo...
Hace un par de días que hemos vuelto de Vera, Almería, a donde no pude llevarme mi orinal; como "la necesidad es la madre de la invención", tuve que ingeniármelas para aprender a sujetarme con firmeza sobre el retrete y mantenerme con equilibrios sobre él durante el tiempo necesario... Esto me ha ayudado, eso sí, a abandonar a mi querido orinal verde y sustituirlo por el flamante retrete que utilizan los mayores. ¡¡Mis profes van a alucinar cuando se lo cuente!!