En la encuesta de la semana pasada sobre "¿Cómo podemos estimular a los niños?" se produjo un empate. Las opiniones mayoritarias defienden la idea de que se apliquen programas de estimulación temprana y de que los adultos jueguen mucho con nosotros. Personalmente, estoy de acuerdo. Me gusta que me enseñen cosas adecuadas a mi edad mediante juegos especialmente diseñados para ello (y de eso nadie sabe más que mis profes), pero también me encanta jugar con mis abuelos, mis primos, mis tíos y, como no, mis papás. Jugar con ellos me entusiasma, me hace reír a carcajadas y también me enseña muchas cosas nuevas, ¿no crees?
Hablando de aprender... Cada vez me queda menos tiempo para aprender a comer alimentos sólidos porque... ¡¡Ya tengo mis primeros dientes!! De un día para otro, algo comenzó a rozarme dentro de la boca. Mis papás pasaban el dedo sobre mis encías constantemente, como si no se creyeran lo que con sus ojos estaban viendo. ¡Un dientecillo! Y a los pocos días, ¡otro más! Dentro de poco comenzarán a salirme los de arriba, los de los lados,... Y empezaré a querer morderlo todo para experimentar nuevas sensaciones. ¿Quieres ver cómo son mis dientecillos? ¡¡Dale al vídeo, pero fíjate bien, porque me resito un poco...!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario